Práctica 0.

Después de la reflexión hecha en las clases acerca de los conocimientos profesionales que debe poseer un docente de educación musical, algunos de los puntos que habéis destacado son “saber elaborar materiales” y “tener repertorio de recursos para la enseñanza musical”. También hemos debatido sobre las competencias docentes (perfil de Educación Musical) definidas por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación http://www.aneca.es/ ). La competencia nº 4 habla de “saber utilizar el juego musical como elemento didáctico y contenido”. Combinando lo mencionado anteriormente, hemos realizado una práctica en la que hemos consensuado una ficha en la que recoger juegos musicales. Debéis rellenarla con un juego musical de vuestra cosecha (inventado por vosotros o no) y enviármela por correo electrónico (jjyelo@um.es) lo antes posible, de manera que pueda juntarlas todas en un solo documento y devolvéroslas para que todos podamos disponer de un material interesante y necesario para el desempeño de nuestra labor profesional.

 

Ciclo:

  • Indistinto.

Nombre

  • El teléfono roto .

Tipo de juego

  • Rítmico.

Objetivos

  • Interiorizar e imitar un ritmo y traducirlo posteriormente a su grafía correspondiente.

Duración

  • 10 minutos.

Recursos

•  Humanos

•  Materiales

•  Espaciales

  • Metrónomo (opcional).
  • Espacio diáfano cerca de la pizarra.

Desarrollo

  • Se colocan los niños divididos en dos filas mirando a la pizarra. El profesor percute suavemente y a la vez un ritmo (de la dificultad que se esté trabajando en ese momento) en la espalda del último niño de cada fila. Cada niño va pasando el ritmo, percutiéndolo a su vez en la espalda al compañero de delante, hasta que llegue al primero de cada fila. En este momento, los dos niños que están a la cabeza lo escriben en la pizarra. Gana un punto el equipo que escriba bien el ritmo y, en caso de empate, el que primero lo haya terminado de escribir. En la siguiente ronda, el niño que estaba primero pasa a ser el último y así sucesivamente. Los puntos se van acumulando por equipos, y gana el equipo que llegue primero a un número de puntos pactado previamente.

Metodología

  • Es importante mentalizar a los alumnos de no hacer el ritmo muy deprisa, ya que entonces su comprensión decae y se puede desvirtuar fácilmente. Tampoco hay que percutir demasiado fuerte en las espaldas, pues eso puede ayudar o despistar al equipo contrario.

Variantes

  1. Este juego se puede hacer sin pizarra, de tal forma que cuando los primeros niños reciban el mensaje, levanten la mano y percutan el ritmo a indicación del profesor.
  2. Se puede utilizar un metrónomo para que marque el pulso y los niños no corran.
  3. Otra opción es hacer más de dos filas, pues cuantos menos niños haya en ellas, más posibilidad hay de terminar con éxito el ritmo. Para ello, el profesor puede decir al oído de los últimos niños el ritmo y marcar un compás de espera para marcar la “salida” o, como antes, utilizar el metrónomo.

Evaluación

  • Lo ideal es que, por lo menos, todos los niños pasen una vez por el primer puesto, pues así podremos evaluar si saben transcribir o no el ritmo propuesto. No obstante, es muy probable que dicho ritmo ya no llegue como el original, por lo que, para comprobar que, por lo menos, transcriben lo que les llega, podemos pedirles que percutan primero el ritmo y luego lo escriban en la pizarra, lo que vendría a ser otra variante más del juego.

Observaciones

  • A pesar de ser un juego competitivo y que, por tanto, va a ser normal que genere excitación en los alumnos, es importante que éstos se mentalicen de hacer la actividad en el mayor silencio posible, pues el ruido hace que la atención se pierda.