Práctica 3.

Diseña una prueba que mida una aptitud musical concreta para un niño de 8 años, así como su evaluación.

Esta actividad se ha realizado conjuntamente con Esther Egea Nicolás. Hemos elegido evaluar el sentido de la armonía, por parecernos una de las más difíciles. Las distintas actividades de evaluación que hemos diseñado son:

•  Test 1: Distinción entre modo mayor y menor.

Mediante este ejercicio, trataremos de que el niño identifique el modo de una pequeña pieza, asociándolo con los conceptos de “alegre” (modo mayor) y “triste” (modo menor). Para ello, el profesor cantará la misma canción en ambos modos sucesivamente (en el orden que él elija), a la vez que se acompaña de un instrumento polifónico. Una vez finalizada la interpretación de la canción en ambos modos, se le pedirá al niño que diga el orden en que las escuchó (triste-alegre o alegre-triste). Se puede graduar la dificultad haciendo primero un par de canciones conocidas para el niño y luego alguna que el niño desconozca. Proponemos aquí los siguientes ejemplos:

 

 

 

 

 

 

Si hacemos las cuatro canciones, tendríamos una puntuación de 0 a 4, en función de que adivine todos los órdenes o no.

Una variante de este ejercicio más compleja podría ser, una vez que ya conoce las cuatro canciones porque las ha escuchado en el ejercicio anterior, tocar sólo una de ellas en cualquier modo y directamente, sin compararla con la homónima, adivinar el modo. Por tanto, si le cantamos todas las canciones sin repetir ninguna, pero en un orden aleatorio (que previamente habremos dispuesto), la evaluación sería de 0 a 8.

 

•  Test 2: ¿Cómo te sientes mejor acompañado?

Utilizando una canción que el niño conoce (por ejemplo, “ Tengo una muñeca” ), le pedimos que la cante dos veces a la vez que le acompañamos. En cada ocasión le acompañaremos con uno de los diferentes acompañamientos que se adjuntan a continuación. El primero posee una gran variedad armónica, mientras que el segundo contiene acordes extraños con notas “fuera de lo esperado”. Pediremos al niño que nos diga de qué forma se ha sentido más a gusto cantándola.

 

1

 

2

Puntuaremos de la siguiente forma:

 

0: Me siento mejor acompañado con el segundo acompañamiento.

1: Me siento igual de acompañado con los dos.

2: Me siento mejor acompañado con el primer acompañamiento.

 

•  Test 3: Dictado armónico.

 

Tocaremos varias veces al niño dos acordes, por ejemplo el de tónica (Do Mayor) y el de dominante (Sol Mayor), diferenciando bien ambos y explicándole que son distintos. Los numeraremos como acorde 1 y 2. Le diremos al niño que vamos a empezar por el nº 1 y haremos una secuencia (de cuatro a seis acordes) que él tendrá que adivinar y apuntar en un papel. Es interesante que en ambos acordes la nota sol, que se repite en los dos, aparezca en la posición superior (y por lo tanto más nítida), de tal forma que el niño escuche el cambio de sonoridad a pesar de estar oyendo la misma nota en ambos casos. Por ejemplo, si tocamos esta sucesión:

 

el niño tendría que escribir: 1-1-2-1-2-1.

Puntuaremos, por tanto un punto por cada acierto, en función del número de acordes que toquemos. En nuestro caso, de 0 a 6.

Para complicar más el ejercicio, podemos eliminar el apoyo del bajo en la mano izquierda o incluso incorporar un tercer acorde, por ejemplo el de subdominante.

 

•  Test 4: Cadencia rota y cadencia perfecta.

 

Tocaremos al niño una melodía acompañada (cualquiera de las anteriores puede valer, sirva como ejemplo la de “ La despensa ”) y la finalizaremos de las dos maneras siguientes:

 

Cadencia perfecta.

 

 

Cadencia rota.

 

Le preguntaremos al niño cuál le parece que concluye de forma más determinante y cuál de forma más inesperada.

Para evaluar, si tocamos las cuatro posibilidades (canciones anteriores), daremos un punto por cada acierto.

 

•  Test 5: ¿Dónde está el acorde extraño?

 

Tocaremos al niño una canción con su acompañamiento. Volveremos a repetir la canción, pero está vez, ocasionalmente, introduciremos un acorde muy disonante (por ejemplo, un cluster) que el niño tendrá que indicar levantando la mano a la vez que lo escucha.

Puntuaremos un punto por cada vez que el niño acierte dónde hay un acorde extraño.