En mi opinión, la música puede ayudar a todos y cada uno de estos objetivos de formas diferentes:
La heterogeneidad de la clase ya de por sí es una muestra del pluralismo propio de nuestra sociedad.
Los hábitos de trabajo en equipo y las actitudes de respeto, convivencia y resolución de conflictos se desarrollan perfectamente con el trabajo de coro, las danzas y las instrumentaciones conjuntas.
El trabajo individual puede trabajarse mediante el aprendizaje de la flauta, por ejemplo.
Las diferencias culturales pueden tratarse mediante canciones de diferentes lugares del mundo.
La música contribuye al uso apropiado de la lengua castellana, por medio del aprendizaje de canciones en dicha lengua. Se puede utilizar, asimismo, para el aprendizaje de una lengua extranjera.
La música ayuda al área de matemáticas, ya que ambas están relacionadas. En música se trabajan proporciones en las medidas rítmicas, los intervalos, la armonía... Con la danza, además, se desarrollan formas geométricas.
La historia puede contemplarse a través de audiciones, situándolas en el contexto en que se produjeron.
La música proporciona un amplio conocimiento del entorno, ya que siempre podemos contextualizarla en el ámbito que nos interese.
Las nuevas tecnologías aplicadas a la música están a la orden del día: editores de partituras, secuenciadores, Internet, reproductores de audio...
Mediante la música podemos hacer a los alumnos tener un mayor conocimiento y conciencia de su cuerpo, a través de canciones que aludan al mismo, percusiones corporales,…
La música desarrolla ostensiblemente la sensibilidad estética y propicia la creatividad.
Mediante canciones nacionales y regionales podemos trabajar el folklore de nuestro país.
La música desarrolla las capacidades afectivas y expresivas de la persona.
A través de canciones específicas, podemos trabajar el cuidado de animales y plantas así como fomentar la educación vial. |