Resurgimiento (s. XIX-XX)
El resurgimiento de la flauta de pico empezó a finales del siglo XIX a través de las investigaciones de Bridge, que descubrió las famosas flautas de pico de Chester; Welch, que estudió las referencias literarias a la flauta de pico y a otros tipos de flautas; Galpin, que se dedicó a estudiar las flautas en sí mismas y enseñó a su familia a tocarlas; y a Dolmetsch, quien se dio cuenta de que la música de los instrumentos antiguos no podría ser resucitada sin resucitar previamente la técnica artesana necesaria para construirlos. Dolmetsch construyó su primera flauta alrededor de 1919. Esta flauta alto fue presentada en el primer Festival de Haslemere (1925) y el cuarteto completo apareció en 1926. Estos festivales despertaron un gran interés en el exterior; Meter Harlan, guitarrista alemán, escuchó las flautas de pico en 1926 y se dio cuenta de las posibilidades para el Movimiento de la Juventud Alemana. Se fabricaron en masa imitaciones de estas flautas que se hicieron muy populares. Por desgracia este resurgimiento en Alemania no se realizó bajo la supervisión de Dolmetsch. Se descuidaron importantes detalles de diseño y se introdujeron algunos cambios que dieron como resultado la deficiente digitación alemana. Esta digitación permite obtener la escala mayor destapando un agujero tras otro, de forma que se elimina la posición de horquilla para el cuarto grado (fa natural en una flauta soprano) de las antiguas flautas. Este cambio iba acompañado de modificaciones en las posiciones y tamaños de los demás agujeros, resultando, entre otros problemas, que el fa sostenido no podía ser producido afinado de forma sencilla. La flauta de pico del siglo XVIII era completamente cromática mediante la utilización de un sistema de posiciones de horquilla, el cual era muy adecuado a la suave presión del aire y a su delicado timbre. La digitación alemana, al intentar simplificar la escala fundamental, impide modular a tonalidades con sostenidos, lo que limita las posibilidades de elección. Otros cambios en el diseño afectaron a algunas notas, y las posiciones alternativas supusieron un límite las capacidades expresivas del instrumento. Esta errónea digitación continua vigente en Alemania y en otros países. El hijo menor de Arnold , Carl Dolmetsch, se convirtió en un gran virtuoso de la flauta de pico y llevó la construcción de este instrumento en el siglo XX a niveles muy altos. Los agujeros dobles para los semitonos graves son ahora normales (se conocía desde el siglo XVIII, aunque no se utilizaban mucho), y Carl Dolmetsch inventó dos llaves: una, cercana al extremo inferior, para producir principalmente un fa sostenido en la flauta alto, la otra abría un pequeño agujero cerca de la boquilla para elevar un poco la afinación, permitiendo tocar más suavemente y sin desafinar hacia el grave. Dolmetsch también se propuso producir una flauta de pico de timbre más potente para tocar como solista, para lo que diseñó un “proyector de sonido”, el cual concentraba el sonido del instrumento para tocar con una orquesta de cuerda. Mientras, Edgar Hunt, de forma independiente, introdujo la flauta de pico en la escuela infantil y estableció la enseñanza del instrumento en el Trinity College of Music de Londres en 1935. En 1937 Dolmetsch y Hunt fundaron la Sociedad de Intérpretes de Flauta de Pico. Se trata de una asociación de intérpretes aficionados que ha jugado un importante papel en el desarrollo de la flauta de pico en Inglaterra, promoviendo la publicación de música y de una revista periódica. Hasta el otoño de 1939 en los colegios ingleses se utilizaban flautas de pico alemanas producidas en masa, pero utilizaban un sistema de posiciones de horquilla (entonces se importaban muy pocas con digitación alemana). Durante la Segunda Guerra Mundial las escuelas fueron trasladadas al campo y la demanda de flautas creció, precisamente, en un momento en el que era imposible fabricar en masa flautas de madera. Este fue el motivo por el que comenzaron a fabricarse flautas de pico soprano de plástico. Se pretendía que esto fuera un paréntesis hasta que de nuevo se pudieran producir flautas de pico de madera económicas. El resurgir de la flauta de pico en Inglaterra se basó en la música, en los métodos y en los instrumentos del los siglos XVII y XVIII. Los nuevos instrumentos se diseñaron para que fueran completamente cromáticos, utilizando el bien establecido sistema de posiciones de horquilla conocido como “digitación inglesa” (también conocida en el resto de Europa como digitación “barroca” u “original”). Al mismo tiempo se componía nueva música para la flauta de pico. Probablemente la primera obra en que se reintrodujo la flauta de pico fue el oratorio de Robin Milford A Prophet in the Land (1930). Tras éste, una pléyade de compositores británicos utilizaron la flauta de pico en sus obras. Junto al uso popular de este instrumento, en Alemania se desarrolló su proyección académica. La flauta de pico ha resucitado en el siglo XX, siendo cultivada en tres facetas (en cada una de ellas encontramos muchas subdivisiones):
El holandés Brüggen ha hecho más que cualquier otro intérprete para llevar la flauta de pico a niveles de virtuosismo. Fue pionero en el uso de modelos del siglo XVIII en sus grabaciones, fomentando la construcción de copias de estos intrumentos. Su labor docente ha sido decisiva en la fundación de la moderna escuela holandesa de flauta de pico, de estilo tan característico. En los EE.UU. el movimiento en pro de la flauta de pico ha sido promovido por la Sociedad Americana de Flauta de Pico (American Recorder Society) y la publicación periódica The American Recorder 2 (La flauta de pico americana). Las escuelas de verano son una parte importante del programa y la influencia de Brüggen es decisiva. |